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La emprendedora andina que conquista las bodegas de Mendoza con sabores picantes

Natalia Ziperovich, una emprendedora jujeña afincada en Mendoza, ha fusionado su pasión por la cocina picante con la tradición vitivinícola de la región. A través de su marca Rusa Coya y el colectivo Mujeres Picantes , ofrece degustaciones itinerantes que combinan salsas y escabeches intensos con vinos espumantes. Una experiencia sensorial que celebra los sabores andinos y reivindica el picante como parte de la cultura gastronómica argentina.


Natalia Ziperovich, originaria de Jujuy y residente en Mendoza desde hace más de 20 años, ha encontrado en el picante una forma de reinventarse y compartir su identidad. En 2021, en medio de la pandemia y tras una crisis personal, lanzó su marca Rusa Coya , especializada en la elaboración de escabeches, chutneys y salsas picantes que combinan la cocina andina con influencias hindúes.

El picante, para Natalia, es más que un sabor: es una experiencia que conecta con sus raíces y con la historia culinaria del norte argentino. Su producto estrella, el locoto, es un ají típico de Jujuy que, junto a otras variedades como el Carolina Reaper, se transforma en chutneys y salsas que no solo despiertan los sentidos, sino que también evocan la riqueza cultural de los Andes.

En poco tiempo, Natalia comenzó a colaborar con otras emprendedoras locales, formando el colectivo Mujeres Picantes , un grupo dedicado a ofrecer degustaciones de productos picantes maridados con vinos espumantes y aguardientes en diferentes bodegas de Mendoza. Estas experiencias gastronómicas, lejos de ser solo un juego de intensidades de picante, buscan educar a los participantes sobre la historia y el valor cultural de los ajíes en América Latina.

Hoy, Mujeres Picantes cuenta con más de 10 productos de distintas intensidades, que se presentan en un recorrido de degustación único. Desde suaves chutneys de frutas hasta salsas de picor intenso, cada producto es maridado cuidadosamente con bebidas locales, creando un equilibrio entre el sabor y el picor. Además, el evento ofrece un componente pedagógico: se enseña a los asistentes sobre las distintas variedades de ajíes, su origen y su uso en la cocina.

Natalia, quien sigue desempeñándose como docente, ha logrado combinar su amor por la enseñanza con su pasión por el picante, convirtiendo estas degustaciones en una experiencia lúdica y educativa. Para ella, el picor es sinónimo de alegría, una sensación que conecta a las personas con su lado más primario, y que, lejos de ser invasivo, potencia los sabores y las emociones.

Con su marca Rusa Coya y el trabajo colaborativo con Mujeres Picantes , Natalia Ziperovich ha logrado destacar en el competitivo mercado mendocino, aportando un toque único y auténtico a la gastronomía local.

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