Adecco Argentina explica la importancia de las habilidades blandas en el liderazgo, en tiempos difíciles como los que se viven en la actualidad a nivel mundial.
Muchos empleados han estado trabajando en casa durante meses, luchando con VPN incómodas, el living como oficina y niños aburridos. Mientras que algunos han prosperado en el nuevo mundo del trabajo virtual, otros han tenido dificultades en su adaptación. Con la pandemia aún paralizando la economía global y las protestas que sacuden los cimientos de nuestra sociedad, la incertidumbre está a la orden del día.
En un entorno como este, no es inusual que los líderes se sientan algo confundidos acerca de cómo tratar a las personas que dirigen. En este marco, Adecco Argentina, filial de la empresa líder en el mundo en consultoría integral en Recursos Humanos, brinda algunos consejos para promover un liderazgo solidario y comprensivo, mantener a la gente motivada y comprometida a la vez que se centra en la estrategia comercial.
Los profesionales en forjar la próxima generación de desarrollo de liderazgo están cada vez más convencidos de que las habilidades blandas son las claves para conectar y motivar a los empleados en tiempos difíciles. La empatía y la comprensión generalmente se consideran principios fundacionales dentro de la Inteligencia Emocional y la Seguridad Psicológica. Están redefiniendo el enfoque de liderazgo, enfatizando las habilidades técnicas y amplificando las llamadas “habilidades blandas”. Se expande el papel de líder para actuar más como un entrenador.
“Ser un líder solidario y comprensivo requiere de un trabajo extra: deben establecerse altas expectativas para las personas que lideran y estar dispuestos a evaluar el bajo rendimiento cuando sea necesario, pero también deben saber cuándo alguien necesita comprensión, atención y apoyo”, expresó Alexandra Manera, Directora de Recursos Humanos del Grupo Adecco Argentina & Uruguay.
Inteligencia emocional y Salud Mental
Están surgiendo datos a nivel mundial sobre el empeoramiento de la salud mental en general. Los más recientes muestran que más del 45% de los estadounidenses confirman que su salud mental ha empeorado durante la pandemia. La situación es más grave para quienes han estado confinados. En Europa, los funcionarios de salud pública han estado haciendo sonar la alarma durante meses sobre la creciente crisis en salud mental que acompaña a la pandemia y algo similar también sucede en nuestro país.
Las medidas de distanciamiento físico y aislamiento, el cierre de escuelas y lugares de trabajo son particularmente difíciles y resulta absolutamente natural sentir estrés, ansiedad, miedo y soledad en este periodo. En este contexto, los líderes deben ser conscientes de que cada vez que llaman o reúnen a todo el equipo para realizar una reunión virtual, están aprovechando las reservas cada vez mayores de estrés y ansiedad que, en cierto nivel, deben reconocerse con empatía.
Evitar centrarse en lo negativo y amplificar lo positivo
Esto puede ser efectivo para motivar a algunos empleados, particularmente a aquellos que son más resistentes y parecen menos afectados por las interrupciones. Pero lo más seguro es que muchos miembros del equipo de trabajo necesiten un liderazgo solidario y compasivo. Se trata de crear un espacio seguro para que las personas discutan lo que les rodea, profesional y personalmente, y cómo se sienten acerca de su situación. Esto requerirá de un líder con capacidad para escuchar, no emitir juicios de valor y que se abstenga de proporcionar asesoramiento.
Antes de enfatizar los aspectos positivos de la situación actual, los líderes deben demostrar que entienden por lo que están pasando los empleados estresados o preocupados, y que no es inusual que se sientan así.
Para aquellos empleados que se han visto más afectados por las múltiples crisis a las que nos enfrentamos, los líderes deben poder transmitir auténtica empatía en sus preocupaciones y compasión en lugar de juicio. Tiene que haber una sensación de que está bien hablar abiertamente sobre miedos y ansiedades, al tiempo que se reconoce que otros están pasando por la misma situación.
¿Existe ya el liderazgo solidario, comprensivo y compasivo?
Lamentablemente, son habilidades que evaden muchos líderes en la actualidad. La mayoría de ellos han subido en las filas de sus organizaciones al demostrar un conocimiento técnico. Raramente, si es que alguna vez se hace, se evalúa si pueden relacionarse con sus empleados a nivel emocional. Es por eso que tantos expertos en desarrollo de liderazgo están promoviendo los principios de Inteligencia Emocional como el nuevo estándar para los líderes exitosos.
Se pueden desarrollar estas habilidades blandas en la mayoría de los líderes, pero pueden presentar desafíos mucho más grandes para los jefes que, tradicionalmente, se han satisfecho siendo juzgados por los resultados o el cumplimiento de objetivos financieros.
¿Cómo cultivar la solidaridad y la compasión?
Los siguientes pasos son esenciales para cultivar estas importantes habilidades emocionales:
• Evaluación. Todos los líderes deben ser evaluados cuidadosamente para determinar los niveles actuales y el potencial de empatía y compasión. Cada organización tendrá líderes naturalmente empáticos y compasivos. Pero también habrá líderes para quienes estas habilidades no sean naturales.
• Formación constante. La mayoría de los líderes empresariales saben que deben aprender y mejorar constantemente. Leer libros sobre inteligencia emocional, resiliencia y enfoques de liderazgo basados en la empatía puede proporcionar una base esencial de conocimiento sobre cómo integrar estas habilidades blandas en las prácticas diarias de liderazgo.
• Nunca hacerlo solo. Una de las formas más efectivas para desarrollar habilidades de liderazgo es trabajar con un coach con experiencia en estas áreas. El entrenamiento no solo ayudará a los líderes a enfrentar sus propias deficiencias, sino que también puede acelerar y ayudar a mantener el cultivo de la empatía y la compasión.
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