La familia Silvestre creó las golosinas para mascotas en 1994 y llegan a todo el país con sus productos de sabores que van desde carne y pollo hasta leche con chocolate. Este año darán un paso clave para su negocio.
Los comensales de Abel Silvestre son particulares: tienen cuatro patas, son peludos y ladran o maúllan. Desde la década de 1980 este emprendedor se dedica al negocio del alimento para mascotas, primero con una fábrica de balanceado y en 1994 viró hacia una innovación que todavía no existía en el país: los snacks para perros y gatos.
Todo empezó gracias a un desarrollo que le había pedido un cliente. La idea era exportar estas golosinas a los Estados Unidos, pero el proyecto no prosperó, así que Silvestre decidió seguir por su cuenta y probar suerte en el mercado local. Llevar adelante la idea solo no fue fácil: Golocan, la marca que había desarrollado, tuvo que abrir camino en una categoría inexistente y fue recién en 2004 cuando alcanzó una masa crítica de comercios y comenzó la época de crecimiento.
Hoy la firma vende más de 300.000 kilos de snacks anuales (dato de abril 2022 a abril 2023) y planea cerrar el año con una facturación de entre $ 750 y 850 millones. En la marcha, el proyecto se transformó en una empresa familiar, donde trabajan los hijos de Silvestre, Iván y Agustín, el último hoy a cargo de la dirección de la compañía.
Agustín se sumó al proyecto en 1996, recién recibido del colegio. Comenzó trabajando en producción, luego pasó al área comercial y desde hace dos años se puso al frente de la empresa luego de que su padre decidiera pasarle la posta (aunque todavía está involucrado en la gestión del negocio).
El espíritu creativo del fundador los llevó a desarrollar ediciones especiales de sus snacks.
La empresa desarrolla y produce bocaditos bajo la premisa de que sean ricos y saludables para las mascotas, y tienen un amplio catálogo de sabores que van desde los clásicos carne o pollo hasta recetas especiales como jamón, queso y espinaca o chocolate con leche. Incluso, el espíritu creativo del fundador los llevó a desarrollar ediciones especiales como huevos de pascua o pan dulce apto para animales. Fueron ediciones limitadas, pero de gran repercusión. "Está pensado para que al perro le guste, no le haga mal, y el dueño se sienta contento de compartir algo con su mascota. Con el pan dulce pasa lo mismo: tiene aroma a pan dulce, harina de pan dulce, no tiene azúcar y tiene el agregado de harina de pollo", dice Silvestre hijo.
También se sumaron a las tendencias saludables, y lanzaron una línea de mini bocaditos bajos en sodio y otra baja en grasa. Incluso tienen una línea dental, con snacks para el cuidado bucal, que ayudan a calmar la ansiedad, mantener el aliento fresco y controlar el sarro de los amigos peludos.
La fábrica de Golocan está ubicada en Loma Hermosa, aunque tienen el plan de mudarse próximamente a un parque industrial en Moreno. Este año decidieron dar un paso importante y volver a apostar al alimento balanceado. Así, tras una primera preventa, en julio estarán lanzando oficialmente Benefit, que es el alimento balanceado producido por Golocan, súper premium y fabricado localmente con proteína, arroz, pollo, carne, cordero, pescado, núcleos vitamínicos y aceites esenciales. Si bien el desarrollo es propio, por primera vez la fabricación será tercerizada, según explica el director de la empresa que hoy llega con sus productos a 2000 locales de forma directa y al resto del país a través de 40 distribuidores.
Apertura
"El proyecto del alimento balanceado comenzó en 2019, pero tuvimos que frenarlo por la pandemia. Igualmente, en esa época el mercado explotó: muchas familias adoptaron mascotas, y eso nos benefició mucho. Así que decidimos retomar la idea e incorporamos gente en el área comercial y administrativa para salir a vender", comenta Silvestre. Gracias a este proyecto, la firma proyecta obtener un crecimiento de la facturación del 200 por ciento en términos reales para el próximo año y medio y terminar este ejercicio con una producción de 150 toneladas mensuales.
Desde Loma Hermosa, donde operan, exportan a Uruguay, Paraguay, Ecuador y Perú. La estrategia exportadora comenzó en 2018, sin embargo, Silvestre aclara que aún no representa un volumen significativo. "Por ahora no es negocio por la relación entre los precios internacionales que hay y lo que después recibimos con el dólar oficial. Pero pensamos que en un futuro se va a normalizar. Ahora estamos en una etapa de siembra, hay que apostar porque en algún momento va a crecer", reflexiona el emprendedor que menciona que están pensando en desembarcar en Colombia y Chile además de tener el producto aprobado para llegar a España en cuanto se lance oficialmente el alimento balanceado.
En cifras
Fundación: 1994
Facturación 2023 (p): entre $ 750 y 850 millones
Cantidad de empleados: 25
Producción anual: 300.000 kilos de snacks
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