La marca local Grupo Omega, dedicada al control de plagas urbanas y desinfección, logró posicionarse en el mercado con más de veinte franquicias en todo el país y el exterior. Desde Mendoza crecen de manera competitiva y sostenida.
Acostumbrados a un sistema productivo donde todos los ojos están puestos en Buenos Aires, que una empresa mendocina logre crecer a lo largo y ancho del país, no es menor.
Son muy pocos los casos de marcas y empresas con base en Mendoza que tienen un crecimiento sostenido a nivel nacional, insertándose en zonas estratégicas para ofrecer sus servicios.
Grupo Omega, es la empresa líder en el control de plagas urbanas y desinfección de Mendoza que con trece años de historia sigue creciendo en el mercado nacional a través del modelo de franquicias, convirtiéndose en la marca mendocina más federal.
Un servicio necesario con grandes clientes corporativos
Como empresa, Grupo Omega es una organización referente en el mercado gracias a sus procedimientos de calidad que garantizan la máxima efectividad en el servicio.
Con un trabajo sostenido y permanente innovación, la marca mendocina llegó a mercados como: Capital Federal, provincia de Buenos Aires, Misiones, Corrientes, la Patagonia y dos sucursales internacionales, en Santiago de Chile y la ciudad de Valencia, en España.
“No hay ninguna franquicia mendocina que tenga más sucursales en el interior del país.
Siendo de Mendoza pudimos llegar a Capital Federal, zona norte y sur de Buenos Aires. Y a distintas provincias como San Luis, San Juan, Entre Ríos, Chubut, Corrientes, Misiones y la zona oeste y norte de Buenos Aires. Es una empresa mendocina que se federalizó, teniendo en cuenta que en general las empresas surgen en Buenos Aires y de ahí se expanden al resto del país. En cambio nosotros tenemos la casa matriz en Mendoza”, detalla Sebastián Jorro Barón, CEO del Grupo Omega.
El crecimiento fue sostenido gracias a su visión de negocio y encontrar al franquiciado adecuado, que logre mantener los valores de la empresa, como así también un conocimiento de la zona, tanto en lo empresarial como en la demanda del servicio.
“Lo principal que buscamos en un franquiciado es la vocación de servicio, confianza, innovación y sostenibilidad. Bajo esa estructura se toman las decisiones y se recluta el talento. La gran problemática que atraviesa el mundo empresarial es encontrar la persona adecuada para que se pueda seguir desarrollando. Nuestros socios conocen muy bien la zona para poder poner una franquicia, tanto la cultura empresarial, como la necesidad. Entonces nosotros llegamos con una marca que tiene el Know how, que resuelve la problemática de plagas”, apunta Jorro Barón.
Uno de los puntos más favorables, es que grandes clientes de la empresa demandan sus servicios a lo largo y ancho del país, lo que le permite a Omega encontrar nuevos nichos de expansión del negocio.
“Lo diferencial de nuestro modelo es que acompañamos al cliente corporativo. Tenemos clientes referentes como El Grupo Arcor, Chango Más, Pedidos Ya, que han confiado en nuestro servicio y nos han ido empujando a abrir otros puntos, nos pedían que tuviéramos presencia en sus otras sucursales.
De la mano de Suraci con su fuerza comercial que involucra acciones de marketing digital, promoción en portales especializados como así también la participación en ferias nacionales e internacionales hemos podido lograr este crecimiento. A los inversores les interesa la franquicia, porque tenemos el beneficio de trabajar con grandes clientes. Por ejemplo, Chango Más esperaba que le confirmamos una nueva franquicia en otra zona, para sumar el servicio a esa zona”. agregó el empresario mendocino.
Capacitación, innovación permanente y fondos comunes de inversión
Respaldados por normas de calidad nacional e internacionales del sector, Omega logró capitalizar su trabajo con grandes empresas, como así también innovar en el servicio, con nuevos tratamientos, de acuerdo a la demanda del mercado.
Con 140 personas trabajando en las distintas sucursales y franquicias del país, el acompañamiento en todas las etapas del negocio es fundamental para no perder de vista la calidad y el prestigio que los distingue.
“Lo que hacemos es un acompañamiento comercial con nuestra red de clientes corporativos. Y por otro lado, la formación también en la inversión y entender el aspecto contable a nivel empresarial. Y hay un asesoramiento permanente del departamento técnico, para los distintos problemas que se presentan. Tenemos un gerente de sucursales que atiende exclusivamente a las franquicias. Y la casa matriz de Mendoza brinda todo desde acá, es como exportar conocimiento”, detalla el CEO de la compañía que tiene 67 empleados permanentes en Mendoza.
En la actualidad, la empresa tiene la perspectiva de expandir la marca en otras zonas del país como el NOA o el centro, con la posibilidad de invertir en un negocio rentable, un servicio necesario y una marca instalada.
A su vez, trabajan en nuevas unidades de negocios para ofrecer a sus clientes o futuros inversores.
“Estamos trabajando junto a Suraci en un fondo común de inversión. La idea es invitar a inversores a sumarse, no solo que quieran comprar una franquicia, sino que quieran obtener un rendimiento de manera pasiva a través del grupo Omega. El nivel de crecimiento es sostenido con fondos propios, por eso buscamos nuevas formas de inversión en la marca”.
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